VideoTime - Review: We Happy Few (PS4,Xbox One, PC)

VideoTime

Review: We Happy Few (PS4,Xbox One, PC)

Los aguafiestas siempre han estado entre nosotros y en el mundo de los video juegos siempre han sido parte esencial de muchas entregas de varios géneros y de muchas sagas conocidas. Tanto que muchos twists de las historias han sido porque los aguafiestas quieren que veamos estas historias desde otros puntos de vista o qué pasaría si tomamos este camino diferente al que queríamos tomar. We Happy Few lleva este tema a nuevos niveles y lo hace suyo junto con grandes elementos tomados de otras sagas de juegos de la industria, comenzamos.

Desarrollado por Compulsion Games, una compañía de desarrollo de videojuegos canadiense conocida por Contrast, fue fundada en 2009 por Guillaume Provost. Provost anteriormente había trabajado para compañías como Arkane Studios en Francia. Provost decidió comenzar su propio negocio y reclutó en una antigua fábrica de gramófonos un equipo que incluía a Alex Epstein (director narrativo) y Whitney Clayton (director de arte).

Las experiencias previas del equipo van desde trabajar con Valve en The Orange Box hasta Ubisoft con Far Cry 3. Para recaudar dinero para Contrast, su primer juego, el equipo trabajó en proyectos como Darksiders, Dungeons & Dragons: Daggerdale, Bagelburg The Bagelening, e incluso Arthur Christmas: Elf Run para iOS. En E3 2018, Microsoft anunció que llegó a un acuerdo para adquirir Compulsion Games.

La trama nos trae a tres personajes jugables: 1. Arthur, 2. Sally y 3. Ollie, quienes, a través de sus historias, nos daremos cuenta que tan aguafiestas somos para el mundo al cual pertenecemos. Ese mundo es Inglaterra después de la segunda guerra mundial, donde los británicos no formaron parte de los aliados y los nazis invadieron la tierra inglesa. Los aspectos más personales de cada personaje terminan siendo más interesantes que los mitos que los rodean.

Cada personaje tiene sus propios problemas con los cuales tendremos que lidiar. Arthur sufre de estrés postraumático, reviviendo los momentos en los que perdió a su hermano Percy por los secuestros alemanes. Sally esconde un secreto dentro de las paredes de Wellington Wells y también proporciona drogas del mercado negro a quienes pagan lo suficiente. Ollie es solo un veterano de guerra confundido, perturbado por eventos del pasado que han moldeado su futuro.

Cada perspectiva de cada personaje se siente fresca y da contexto a las interacciones, que por veces son desconcertantes con los NPC’s, para crear momentos inteligentes en el juego, y las historias de los tres, tienen temas poderosos y delicados como el abandono, el sacrificio paternal y la culpa dominante. Cada uno encuentra un final satisfactorio en su viaje, el cual no es siempre feliz.

El extenso mapa que tenemos enfrente es explorable a nuestro antojo, donde iremos descubriendo y desbloqueando lugares poco a poco vayamos accediendo a diferentes zonas, y podremos ir adonde queramos, hacer las misiones como se nos plazca y a la manera que nos parezca conveniente. Algo que pensamos que se tomó de Fallout o Borderlands. Donde la vista siempre será en primera persona y eso de la aventura más personal para el jugador.

En lo gráfico, We Happy Few es una obra maestra, donde artísticamente Compulsion Games nos presenta un juego sublimemente caricaturesco, donde muchos verán influencias de otros juegos en la piel viva de todos los personajes del juego. El sonido es sorprendente, donde muchas veces, en ciertas situaciones, no tendremos música en lo absoluto para sentir ese realismo del juego. A la hora de los enfrentamientos en el juego o momentos importantes, la música se activa para que esos momentos queden plasmados en nuestra mente.

Aquí claramente tendremos que tomar decisiones y cada decisión hace que terminemos el juego de entrada o prosigamos en la historia que poco a poco se va tornando oscura, como si estuviéramos jugando a un survival horror. El mundo en el que estamos, en un mundo abierto vivo, donde tenemos el día y la noche, y esto hace que misión tenga su dificultad. Algo que nos gustó mucho fue que al inicio podremos elegir una dificultad personalizada, donde si queremos que cualquiera de nuestros personajes muera solo por el momento o muera permanentemente.

Desde su presentación en el 2015, We Happy Few se perfilaba como un juego indie diferente, que iba a tomar una clara influencia de Bioshock y otros juegos del género. Cuando jugamos su preview, vimos un survival horror en el horizonte, pero Compulsion Games escuchó a la comunidad e hizo un juego que muchos criticarán y otros amarán sus influencias, estética y ritmo. Un juego que pinta para más y que da gusto jugarlo de la manera que es.

Le damos las gracias a Compulsion Games por dejarnos jugarlo, ya que este juego abarca un entorno brillante e diferente, pero que necesita un pulido necesario para llegar a más, pero eso no deja que We Happy Few sea una entrega disfrutable de aventura con temática de exploración a través de un mundo distopico como ser la gran Gran Bretaña de los años 60s, donde cada personaje puede ser nuestro amigo o enemigo, donde podemos llevar la fiesta en paz o ser el más grande aguafiestas de todos. Lo calificamos con un 8.5 de 10. Algunos somos felices y otros somos infelices, pero el aguafiestas siempre sabrá mantener el equilibrio. 

Nota: 8.5 de 10

blog comments powered by Disqus