Review: Yooka-Laylee (Ps4, Xbox One, Switch, PC)
¿Cuántos no hemos tenido ese sentimiento de querer volver a esa época de Nintendo 64 o PlayStation One? En esta época todo era innovación y cada juego era una total sorpresa. Los juegos de plataforma como Banjo-Kazooie o Super Mario 64 eran norma y ciertamente ocuparon un gran espacio de nuestros años mozos y nuestros corazones.
Yooka-Laylee nace de esta premisa de querer presentar lo mejor de lo clásico y darle una nueva mano de pintura. Logra su cometido, aunque no de forma perfecta, pero si hay suficiente nostalgia como para darnos ese deseo de seguir hasta el final.
Yooka-Laylee tiene una historia simple, pero a la vez entretenida, donde la ambición de Capital B de obtener todas las páginas de “The One Book” para poder dominar el mundo junto a su secuaz el Dr. Quack, lleva a nuestros héroes Yooka (un camaleón de lo más simpático) y Laylee (una murciélago satírica y vivaz) a través de una seria de mundos contenidos en libros mágicos para recuperar página por página su “One Book”. Una premisa sencilla pero llena del mejor sentido del humor que he visto en un videojuego en mucho tiempo.
Yooka-Laylee contiene lo mejor de esa generación de oro para los juegos de plataforma, desde los diálogos en burbujas de texto y sonidos peculiares mientras cada personaje habla, como los brillantes colores y mundos cargados de elementos coleccionables.
Las mecánicas de juegos son bastante simples de un inicio, pero a medida se van coleccionando “Pagies” que son las páginas caídas del One Book, puedes cambiarle estas mismas por nuevos movimientos a Trowzer, una intrépida y empresarial serpiente que usa pues, pantaloncillos. A medida se van acumulando los movimientos puedes avanzar a nuevas áreas de cada mundo antes inaccesibles para Yooka y Laylee.
Estas Pagies también te permitirán desbloquear y expandir los mundos contenidos en estos libros mágicos. Cada mundo en sí mismo es bastante grande y la cantidad de pequeñas misiones secundarias, retos y coleccionables es suficiente como para entretener por una buena cantidad de horas por mundo. Sumado a todo esto, explorar los mundos con cada nuevo movimiento que adquieres añade variedad y de verdad te surge el deseo de volver y explorar esta vez de una manera diferente.
Dicho esto, Yooka-Laylee se ve como si un juego de Nintendo 64 recibiera el mejor tratamiento de restauración posible (y mucho, mucho amor) y ese es su mayor fuerte pero también su único dilema. En cuanto a diseño de niveles y arte Yooka-Laylee es simplemente hermoso, es bastante colorido en su mayor parte y aun en las áreas donde la paleta de colores es un tanto opaca o llena de blanco el nivel de detalle es tanto asombroso como deleitable. Cada nivel tiene una buena cantidad de reto e ingenio y no me dejo de asombrar lo entretenido que la exploración en estos mundos podía ser.
La cámara es el dilema principal de la experiencia. El problema es que se siente como la cámara de un juego de Nintendo 64, aun con un par de ajustes de sensibilidad no se sentía con la exactitud necesaria para poder disfrutar de las mecánicas de plataforma del juego. En particular este problema se hace evidente en espacios estrechos o donde hay que tomar giros rápidamente. No es algo que arruine la experiencia en su totalidad, es simplemente algo con lo que se tendrá que tener un tanto de paciencia para acostumbrarse y dominar la leve curva de aprendizaje.
A pesar de que cada escenario es excelente en sí mismo y la variedad de ambientes y mundos es amplia, los enemigos de cada zona realmente proponen poco riesgo. El enfoque del juego está en la exploración y plataforma, pero, cierta variedad de enemigos un tanto de reto hubiese sido una adición bastante bienvenida a este juegazo.
Terminando de hablar del elefante en la habitación, podemos mencionar que el audio de Yooka-Laylee es muy bueno, cada lugar tiene su música específica, así como cada cinemática va acompañada de una tonada que le da esa personalidad retro y caricaturesca.
El sentido del humor del juego es uno de sus puntos más sobresalientes. No pude dejar de imaginarme las carcajadas que los desarrolladores y escritores del juego tenían mientras desarrollaban este título. De buenas a primeras te reciben con una cantidad de referencias sobre lo consientes que están Yooka y Laylee de que esto es un videojuego lo que hace que los diálogos entre los personajes no puedan ser más irrisorios en el buen sentido. El humor, a pesar de su diseño tan colorido, no está dirigido para el público infantil y no porque tenga un contenido “solo para adultos” si no que son referencias bien pensadas y muchas veces chistes que solo un adolescente o adulto que gusta de la cultura del gaming entenderá al cien por ciento.
Yooka-Laylee es mucha nostalgia cubierta con un diseño impresionante, colorido e impecable que logra convencernos de que lo bueno nunca muere. A pesar de sus pequeños “puntos negros en la camisa blanca” la experiencia es tal y tan entretenida que podemos dedicar un tanto de paz interior para aprender a dominar y desarrollar la estrategia necesaria para manipular la cámara. Un juego de plataforma que certeramente nos pega “duro en la infancia” y nos saca sonrisas por la dicha de recordar tiempos que hoy por hoy, vuelven y en grande.
Calificación: 7.2 de 10