Ghost in the Shell Review
El Cyberpunk es un subgénero de ciencia ficción que presenta ciencia y tecnología avanzada en un futuro urbano, distópico. Por un lado, están las poderosas corporaciones y fuerzas de seguridad privadas, y por el otro tiene el oscuro y arenoso submundo del comercio ilegal, las pandillas, las drogas y el vicio. Entre todo esto está la política, la corrupción y la agitación social. Tratar de definir Cyberpunk es una tarea difícil. En resumen, sin embargo, Cyberpunk se refiere tanto a una cultura y un género, Comenzamos.
Ghost in the Shell, una franquicia de Manga y Anime japonesa creada por el artista de manga Masamune Shirow, y los cineastas Mamoru Oshii y Kenji Kamiyama. Con una ambientación en el siglo XXI, Ghost in the Shell se presenta en una primera lectura como un thriller futurista de espionaje, al narrar las misiones de Motoko Kusanagi, la Mayor a cargo de las operaciones encubiertas de la Sección Policial de Seguridad pública 9 o simplemente «Sección 9», especializada en crímenes tecnológicos. La misma Kusanagi es un cyborg, que posee un cuerpo artificial lo que le permite ser capaz de realizar hazañas sobrehumanas especialmente requeridas por su labor.
La ambientación de Ghost in the Shell es innegablemente cyberpunk y recuerda a la famosa Trilogía del Sprawl de William Gibson o la película de culto, Blade Runner, de Riddley Scott, la cual tendrá su secuela este mismo año. Sin embargo, a diferencia de Gibson o Scott, Shirow se interesa más en las consecuencias éticas y filosóficas que la popularización de la unión entre hombre y máquina, el desarrollo de la inteligencia artificial y una red de computadoras omnipresente, temas enfocados en especial a la identidad del ser humano y lo particular de su existencia.
El manga trata más extensamente estos temas, pues Kusanagi y sus colegas se enfrentan tanto a peligros y acertijos externos como a conflictos internos acerca de su propia naturaleza, debido a que son más máquinas que seres humanos.
El tema principal del manga y la historia de la película original es la persecución de un criminal de los medios electrónicos, conocido como el Puppet Master cuya identidad se desconoce. El Puppet Master ha cometido varios crímenes con un único modus operandi: el ghost hacking, que consiste en irrumpir y tomar control de la mente de un ser humano. Al desvelar el misterio del Puppet Master, los agentes de la Sección 9 comprenden que no se trata de un criminal común y corriente, sino de un proyecto de inteligencia artificial autónoma que pertenece al gobierno, el mismo gobierno al que la Sección 9 presta servicios, y se ha fugado a la espera de un cuerpo de verdad y una identidad humana.
La trama de esta película es casi igual a la película anime original pero con ciertos cambios claro, nos dice que en un futuro próximo, Major es la primera cyborg de su tipo: un ser humano que es cibernético para ser un soldado perfecto dedicada a detener a los criminales más peligrosos del mundo. Cuando el terrorismo alcanza un nuevo nivel que incluye la habilidad de hackear las mentes de la gente y controlarlas, Major está excepcionalmente capacitada para detener esta nueva amenaza. Mientras se prepara para enfrentar a un nuevo enemigo, Major descubre que su vida fue robada en vez de ser salvada. Ahora, no se detendrá ante nada para recuperar su pasado mientras castiga a quienes le hicieron esto y le robaron su vida.
En "Ghost in the Shell", la mente y el alma de un ser original brillante se extraen, se conservan y se rehúsed en un cuerpo nuevo elegante, costoso y avanzado tecnológicamente, mejorando sus habilidades originales a algún costo a su identidad. Esa es la premisa, por supuesto, del manga de culto creado por Masamune Shirow en 1989, pero también es una descripción bastante adecuada de lo que ha sucedido con la rápida transmutación de acción en directo del actor Rupert Sanders.
Pocas personas sienten que esta adaptación tiene el espíritu y la estética de las adaptaciones animadas de Mamoru Oshii, donde aquí vemos un entretenimiento inteligente y duro lacado que sólo puede triunfar en las películas originales para el momento galopante de la narración y la excitación visual pura y coruscante. Su espíritu misterioso y melancólico no se ha llevado al inmaculado nuevo caparazón. Los retornos de la boletería deben ser musculares, acuñando lo que podría ser una de las franquicias más atractivas en un paisaje multiplex plagado de dobles robotizados.
El casting de Scarlett Johansson podría haber sido menos problemático si la película hubiera sido lo suficientemente confiada como para alejarse de su entorno asiático. Sin embargo, Sanders no puede tener suficiente de su lado oriental: los cuales son los robots geisha, los matones Yakuza, el desorden de Hong Kong y vallas holográficas repletas de texto chinos.
Una escena profunda en la película cuenta con un personaje visualmente llamativo interpretado por Michael Pitt. Escena que es clave y da un giro que no revelaremos, y que aparece una sección de la cara de Major como una pieza de un rompecabezas. Es un efecto convincente y horripilante, sugestivo de su necesidad de reconstruirse metafísicamente. Sopla su percepción de sí misma y su entorno. Aunque en última instancia es otro ejemplo de un potencial desperdiciado. La película ahoga sus complejidades e implicaciones bajo la complicada familiaridad de una historia simplista de venganza, conspiración y autodescubrimiento.
En si Ghost in the Shell ilustra, exquisitamente, el cliché de estar todo ahí pero sin lugar adonde ir. Por supuesto, el estilo que cambio el entorno no siempre es un pecado cinematográfico, donde vemos otras películas tipo "John Wick", las cuales son más emocionantes, películas de acción visualmente evocadoras frente a un héroe de figura de acción indestructible unidimensional, pero no se hinchan con el calor frio y falso como "Ghost in a Shell". Es todo el espectáculo visual sin peso dramático verdadero. Tal vez hay una historia más rica que ocurre más allá de la pantalla; Quizás la película juega mejor con el sonido futuro pero con un cambio diferente. Estas suposiciones no pretenden ser complementarias, después de ver el anime, sentimos que pudo dar más, aunque se recordemos que es una adaptación. A esta película basada en uno de los animes y mangas más conocidos a la fecha, la calificamos con un 7.5 de 10. Estar vivo... ¿es ficción o realidad? La cuestión es, si un objeto inanimado podría vivir realmente.