Review - Strangers Things(Netflix)
Por Jesús Mendoza aka Tony
Hoy en día, muchas productoras de TV hacen programas o series donde se va a la edad media, a tiempos modernos o a tiempos futuristas. Pero nadie se ha aventurado a ir a tiempos más recientes como los años 70s, los 80s o 90s, años nostálgicos que tienen muchas historias que contar o acontecimientos de donde inspirarse para nuevas historias, dando tributo a grandes directores del género como Steven Spielberg, Stephen King o Sam Raimi.
Cosas Extrañas, Stranger Things, es una serie única en su estilo con una temática de horror y suspenso, donde esa ambientación en los años 80s, da esa sensación de intriga. La trama nos lleva a un pueblo estadounidense, donde todo puede pasar después de una lluvia de sucesos. Muchos observamos la serie de los Expedientes Secretos X, The X-Files, o la película de E.T. o Super 8, una de las mejores películas en este género, dirigida por J.J. Abrams. Donde se sentía ser parte de la trama, identificarte con los personajes y esperar siempre un plot twist que llevaría a un final inesperado.
Stranger Things nos recuerda una época marcada sin ataduras, donde todo era libre. Y a medida que avanza, nos encontramos con una nostalgia propia, porque los directores (Los Hermanos Duffer) la han hecho de una forma que se torna irresistible y atractiva a nuestros ojos. Pueden existir otras grandes series para ver este verano, pero garantizo que no habrá algo más raro y con cierto grado de diversión como ver Stranger Things.
La serie se sitúa en los años 80 en Indiana, y se centra en la desaparición de un chico llamado Will, interpretado por Noah Schnapp, bajo algunas circunstancias muy misteriosas, lo cual ocurre casi simultáneamente con la llegada de una niña conocida solo como Once, interpretada Millie Brown. Desesperados por encontrar a Will, sus amigos, Mike, Finn Wolfhard, Dustin, Gaten Matarazzo y Lucas, Caleb McLaughlin, son los que descubren a Once y atrapan rápidamente a esta chica extraña que posee algunas habilidades sobrehumanas, que rara vez habla y tiene la cabeza afeitada. Al mismo tiempo, la madre de Will, la señora Joyce, Winona Ryder, y su hermano mayor, Jonathan, Charlie Heaton, están tratando de encontrarlo y terminan descubriendo otros increíbles acontecimientos muy peligrosos, los cuales están sucediendo alrededor de ellos en su ciudad en el proceso.
A medida que va avanzando la serie a lo largo de sus ocho episodios, vamos descubriendo las cosas bizarras y oscuras que el pueblo esconde en el otro lado. Algo que siempre nos mantendrá en suspenso de principio a fin, sabiendo que podemos esperar cualquier cosa. Eso convierte a Stranger Things un raro ejemplo de un fenómeno cultural que ha entregado melancolía y familiaridad sin limitarse a dar al público más de lo mismo. Cerca de su final, después de ocho episodios, la serie se vuelve más oscura y más aterradora de lo que su comienzo sugiere.
La esencia de la serie es la que se quedará con los espectadores y después del final de todo lo extraño y raro de Stranger Things, parece que las cosas continuaran su rumbo para una segunda gran temporada. No es la nostalgia, no son los carteles de John Carpenter en las paredes de la habitación, y ciertamente no son las películas originales de los 80s, de cuales la serie tomó su base y hace su fundación.
Los hermanos Duffer están llevando su trabajo a nuevos niveles y lo están haciendo más avanzado con Stranger Things, sobre todo en la forma en que no sólo incorporan los muchos signos y símbolos del pasado ochentero, sino también atribuyen nuevos significados y valores de uso de ciertos artefactos materiales que reconocemos en la serie como los autos, teléfonos, televisores o bicicletas, los cuales realmente hacen que se sienta estar en esa época. A esta gran serie sorpresa de Netflix en su primera temporada, la calificamos con un 9.3 de 10. Perfecta serie para un fin de semana en casa o durante la semana cuando llegas del trabajo.
Nota: 9.3 de 10