Review: Bioshock: The Collection (PS4, PC, Xbox One)
Por: Cristian Aguilar
Es muy difícil encontrar una lista de “Top 10” de los mejores finales en el mundo de los videojuegos sin encontrarse con alguno de los tres Bioshocks, y si encuentras una lista así, ¡no confíes en ella!
A estas alturas, la mayoría habrán jugado al menos una de estas maravillas y los nombres “Andrew Ryan” o “Booker DeWitt” son algo tanto familiar como escalofriante. Para los que no, Bioshock es una serie de tres juegos con elementos de terror (más presentes en los primeros dos juegos) que se desarrollan en alguna clase de distopía; en el caso de las primeras dos entregas visitas la terrible ciudad submarina de Rapture y en la tercera entrega visitas la ciudad voladora de Columbia.
Bioshock: The Collection nos trae estas tres obras maestras corriendo en 1080p a 60fps, con nuevo arte por parte de Blind Squirrel (el desarrollador en cargo del remaster). A pesar de que su versión de PC ha recibido crítica por problemas con optimización y poca diferencia gráfica, la versión de PS4 y Xbox One son un deleite.
Empecemos por lo mejor, Bioshock Infinite es el título que más se beneficia de este remaster, por su paleta de colores brillantes y llamativos, su iluminación y su estilo de gameplay rápido. Infinite nunca se había visto mejor en consola, el juego llega a tal punto de verse mejor inclusive que muchos juegos lanzados hace un par de meses y desarrollados directamente para consolas de esta generación. Hay ciertos detalles que a 1080p y al pasar de los años denotan la edad de Infinite, por ejemplo, algunos objetos como los rosales de varios jardines usan texturas viejas que a simple vista te indican que fue un juego de generación pasada, a su vez un par de animaciones también se sienten fuera de lugar y poco naturales. Aunque existen esta clase de detalles, son muy pocos y están sumergidos entre tanto detalle y belleza que sin pensarlo dos veces seguramente los pasarás por alto.
En el caso de Infinite el juego corre a 60fps sin tener ninguna baja, aun en los momentos de acción más agitados. Durante toda la campaña tuvimos tal vez dos o tres texturas que no cargaban correctamente y esto en un juego de la magnitud de Infinite es un gran logro.
Vamos ahora a las dos primeras entregas. Bioshock y Bioshock 2 ya notan sus años en ciertos momentos, pero ambos logran lo que pocos títulos logran, mantenerse innovadores después de 9 años. A pesar de que algunas texturas ya denotan su edad y en especial las animaciones nos indican que se trata de un juego de hace un cierto tiempo, Bioshock se mira simplemente espectacular en este remaster. Rapture fácilmente le quita a muchos juegos lanzados este año y es que al ser un juego tremendamente atmosférico se ve muy beneficiado de estos 60fps y un bien merecido rediseño a 1080p.
Durante nuestra travesía por Rapture en el primer título, tuvimos 4 ocasiones en las cuales el control dejo de responder totalmente, lo cual se solucionó a totalidad solo con regresar al menú principal de la consola e instantáneamente regresar al juego; nada que fuera un dilema muy grande, pero que esperamos se resuelva mediante algún parche. Este no fue el caso con el segundo título de Bioshock que corrió perfectamente.
Esta es la clase de saga que define una generación de consolas, Bioshock fue, es y será por mucho tiempo una de las historias mejor contadas en este arte digital; si nunca tuviste la experiencia de haber probado esta gran serie de títulos este Remaster te dará sin lugar a duda la mejor experiencia que Bioshock puede ofrecer en consola y si ya has disfrutado de esta aberrante distopia es tiempo de volver a una Columbia y una Rapture que se ven mejor que nunca y es que a razón de $20 por título con todo su DLC de un solo jugador ($60 el precio de la colección completa) es una ganga.
Recuerda… Siempre hay un faro…