Review: Super Mario Maker (Wii U)
Por Gabriel Franco
Son ya tres décadas desde que Nintendo ha marcado la vida de tres generaciones y por qué no decirlo, se ha convertido en ícono de la cultura pop mundial dándole la vuelta al mundo desde Japón hasta el más remoto rincón del globo. Supongo que en aquel primer momento nadie se esperaba el boom que causaría el humilde fontanero italiano en sus múltiples intentos de rescatar a la princesa. No imaginaban lo que acababan de crear.
Super Mario Maker ha sido presentado por Nintendo como el homenaje a los 30 años de nuestro fontanero favorito, y aunque en un comienzo el juego no provocaba mayores expectativas, lo cierto es que tras su presentación en el pasado E3 el boom comenzó: Nintendo lo ha hecho de nuevo y dado justo en el clavo.
Después de semanas con el título de construcción de niveles de Wii U, queda constatado que no hay mejor homenaje a tres décadas de saltos, plataformas y diversión, que ofrecer a los usuarios que han crecido con Mario, una poderosa herramienta para que sean ellos mismos los que se encarguen de rendirle tributo creando niveles jamás vistos. Super Mario Maker es una manera de hacer eterno a Mario, de rendirse a una fórmula que empezó en 1985 y que hoy, en pleno 2015, sigue plenamente vigente.
Es impresionante no solo ver y jugar sino, admirar la creatividad, el trabajo y la destreza de miles de gamers que desde cualquier parte del mundo aportan niveles con diseños que van desde el más sencillo hasta el más complejo. ¡Pero lo más importante de todo, la capacidad del juego de unificar a gamers de todo el mundo!
En más de alguna ocasión todos nos hemos metido en los zapatos de expertos críticos de estos juegos. Todos hemos deseado fervientemente a lo largo de nuestros años gamer estar sentados en el puesto de los grandes diseñadores de estas pantallas y ahora nuestro sueño se cumple. Este juego es tan versátil que se vuelve un inmortal. La diversión sin fin está garantizada por la sencillez y la inagotable imaginación.
La primera, es la caja de herramientas que Nintendo nos ha dado para que cada quien lleve a cabo su labor de diseñador de la manera más sencilla, con indicaciones precisas y las herramientas adecuadas. La segunda, queda a cargo de los usuarios. Basta con ver los cientos de videos disponibles en canales online para que sepas de lo que hablo. Literalmente, el cielo es el límite.
Para convertirte en un hábil diseñador deberás comenzar ganándote los ítems cosa que particularmente resulta desalentadora si eres tan ansioso como yo.
Son varias decenas de niveles prediseñados que deberás superar en tandas de ocho y en los que además de recompensarte a diario con nuevos paquetes de ítems, te irán dando ideas de lo que puedes lograr con tus diseños. Algunos de estos niveles te dejarán con ganas de volverlos a pasar aún después de superar sus desafíos. Pero hasta ahí, la cuestión realmente se queda corta. La verdadera diversión comienza con stylus en mano.
Wii U potencia su “appeal” con este título. La dinámica entre Game Pad y el stylus es perfecta a la hora de poner manos a la obra. A medida que jugamos cada día se nos desbloquean nuevos contenidos para el día siguiente, de tal manera que hasta que no hayan pasado nueve días no tendremos a nuestra disposición todos los paquetes de contenidos del juego. Pero no hay por qué desesperarse, después de 3 o 4 días tendrás suficiente material a tu disposición para realizar cosas sorprendentes.
La característica 4×1 (así me gusta llamarlo) es de mis favoritas y ahorita te la cuento. Se trata nada menos que de la posibilidad de poder llevar tu creación a cualquiera de los 4 skins de Mario 2D disponibles. Puedes escoger entre el clásico de NES y New Super Mario Bros, Super Mario Bros 3 y Super Mario World.
¿Acaso no dije que era un juego versátil?
Cada skin contiene elementos y jugabilidad propios de su título en específico, por ejemplo, en Super Mario Bros 3 podremos hacer saltos enormes con la hoja de tanooki y golpear con la cola, en New SMB se nos permitirá hacer el salto con impulso hacia abajo o rebotar por las paredes y en Super Mario World no puede Yoshi ni tampoco la pluma para volar por lo alto del escenario.
El control también se adapta a cada título y el tacto, por así decirlo, es fiel a lo que podíamos ver en las entregas originales, incluyendo ese excesivo derrape de New SMW. Escoger el skin es importante, ya que hay propuestas jugables qué encajan con uno pero no con otros.
En cuanto tienes completos tus paquetes de objetos y habilidades te sentirás como un ser supremo y poderoso que puede hacer cualquier cosa que imagine. Y no estarás tan perdido de la realidad. Al menos no en lo que refiere al juego. La cosa es fácil, comienzas por escoger tu escenario que puede ser desde el habitual prado, pasando por la zona subterranea, la casa encantada, el barco que vuela y la zona sub-acuática, hasta el mismísimo castillo de Bowser.
Obviamente, el paso a seguir es comenzar a construir. Tenemos todo tipo de bloques para crear caminos, estructuras, zonas que pueden destruirse, etc. acompañados de cajas de ítems, tuberías y cualquier elemento reconocible dentro de la franquicia: cañones que disparan, plantas que suben hasta los cielos, plataformas móviles, interruptores P, plataformas de música que rebotan, hongos, y un extenso etcétera. También deberás escoger a los enemigos con los que “engalanarás” tu nivel. Koopas, goombas, plantas piraña, con alas, sin alas, Chomp, Lakitu, hermanos martillo, Bowser, peces, calamares o huesitos. Tus enemigos los puedes colocar como casi como quieras. Y digo casi, pues existe un número limitado de enemigos por nivel. Pero fuera de eso, puedes colocarlos a como tu imaginación te permita: desde enemigos que salen de las tuberías, hasta aquellos que te aparecen al golpear un bloque “?”. ¿Te imaginas cañones que arrojen koopas o goombas? Nintendo supo cómo ponerle el toque picante al asunto.
Otra característica es que, aunque el scroll horizontal de izquierda a derecha se mantiene intacto, puedes hacer tus escenarios tan altos o bajos como gustes. La amplitud vertical es un importante elemento a considerar en especial si eres de los que les gusta esconder objetos o crear accesos “secretos”. Y a esto le agregamos los sonidos complementarios que puedes agregar a las distintas acciones y que te darán como resultado sonoros efectos de gente aplaudiendo, lamentándose, gritando, asustando al jugador según lo que haga, e incluso permite usar el micrófono para grabar nuestra propia voz y meter sonidos totalmente personalizados en los lugares que quisiéramos.
Por otro lado tenemos las transformaciones de Mario. No faltan las más importantes en cada caso, que van desde el hongo normal, la flor de fuego y la estrella hasta elementos clásicos de cada entrega: Traje mapache (SMB3), Capa amarilla (World) o Hélice naranja (New). No falta Yoshi en World y New, compensado con la bota verde en Super Mario Bros 3 y en Super Mario Bros; elementos como el vehículo volador de Bowsy de World (esto combinado con la flor de fuego nos hará sentir en un shooter) y un detalle muy curioso: decenas de skins pixelados que se pueden conseguir vía amiibos o desbloqueándolos en el juego. Esto significa que la mayoría de personajes que tienen amiibo tienen su representación en el juego con trajes que Mario se equipa solo en Super Mario Bros clásico. Veremos al Link de NES, a Samus de Metroid y otras adaptaciones divertidas y muy acertadas.
El único detalle que no termina de convencer es que los personajes son meramente estéticos. No podremos dar espadazos con Link ni planear con Toon Link o hacer algún salto especial con Samus. Simplemente es un skin que si nos golpea algún enemigo salta (como si fuera el hongo normal). Las posibilidades de integrar ciertos movimientos propios de los personajes, aunque fueran solo un par de ellos para cada uno, se hubieran multiplicado y todavía tendríamos más opciones para crear niveles. Claramente la ausencia de estos elementos juega en contra de una oportunidad desaprovechada.
Finalmente, una vez que tengas listo el diseño de tu nivel cargado de elementos y enemigos a tu antojo, tendrás que jugarlo, superarlo para poderlo publicar y permitirle a otros usuarios que acepten tu reto. Con esto, Nintendo garantiza que no se puedan crear niveles imposibles de superar. Una vez hecho esto, Voilà! Tienes automáticamente publicado tu nivel y en espera de cuantas estrellas te puedan dar los otros usuarios.
Si lo que te interesa es jugar niveles y no crearlos, Mario Maker también ofrece muchas facilidades en este sentido. Puedes filtrar fases según dificultad, usuario o novedades. Una vez encontrado el nivel que quieres probar lo podrás jugar, descargar, valorar, comentar la jugada en Miiverse e ir por otro. El juego tiene un modo llamado Desafío de los 100 Mario que te invita a superar 100 niveles que van saliendo uno detrás de otro seleccionados por la CPU.
En conclusión, Super Mario Maker es el tributo perfecto que se le puede hacer a Mario en su 30 aniversario. Es un juego con el cual tienes asegurada la diversión por meses e incluso años. Y lo más importante, es genial para jugarlo con tus amigos, ya sea poniéndoles a prueba o superando los niveles creados por ellos mismos. Hará que fácilmente las horas se escurran como agua entre las manos mientras juegan en torno a la Wii U este tremendo título.