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Review - Doctor Strange
La magia, la hechicería, objetos místicos y seres ancestrales, cosas que Marvel Estudios no se había atrevido a tocar en su universo cinemático y que ahora lo ha hecho a lo grande con uno de los personajes más egocéntricos de Marvel, donde rápidamente lo podremos comparar con el gran Tony Stark. Muchos se preguntan quién es él Doctor Stephen Strange y cómo encaja en este universo cinemático donde se quiere que nuestros héroes estén bien preparados para la llegada de Thanos a la tierra, comenzamos.
Stephen Strange fue un ex neurocirujano, quien sirve como el Hechicero Supremo, el principal protector de la Tierra contra las amenazas mágicas y místicas. Debutando en la Edad de Plata de los cómics, el personaje ha aparecido en varias series de cómics y adaptado en una variedad de medios incluyendo videojuegos, un programa animado de televisión y películas. Inspirado por historias de la magia negra y Chandu el Mago, el Doctor Strange fue creado para traer un tipo diferente de carácter y temas de misticismo a Marvel Comics.
El Doctor Strange era un cirujano brillante pero egoísta que después de un accidente de coche, pierde la mayor parte de la movilidad en sus manos y dificulta su capacidad para realizar la cirugía, lo que hace que el busque en el mundo una forma de repararlos y se encuentra con el Ser Antiguo. Después de convertirse en uno los estudiantes del Ser Antiguo Supremo, se convierte en un practicante tanto de las artes místicas como de las artes marciales. Junto con el conocimiento de muchos hechizos de gran alcance, tiene un disfraz con dos objetos místicos, la Capa de Levitación y Ojo de Agamotto, los cuales le dan poderes agregados. Strange es ayudado a lo largo de su camino por su amigo y ayudante, Wong, y un gran surtido de objetos místicos. Se instala en una mansión llamada Sanctum Sanctorum, ubicada en la ciudad de Nueva York. Donde tiempo más tarde, Strange toma el título de Hechicero Supremo.
Conociendo estos hechos del Doctor Strange en los comics, nos metemos de lleno a una película que no es tan diferente y que la elección para interpretar a Stephen Strange es Benedict Cumberbatch, algo que entusiasmó mucho a los fans, debido a la excelente reputación actoral que tiene, fue la más acertada y junto a Él, un gran elenco conformado por Tilda Swinton como El Ser Antiguo, Chiwetel Ejiofor como Mordo, quíen en los comics es el Baron Mordo, Rachel McAdams como Christine Palmer, Benedict Wong como Wong, el ayudante del Doctor Strange y Mads Mikkelsen como Kaecilius. El villano de esta película.
La historia es apegada a los comics, después de destrozar sus manos en un accidente automovilístico, El talentoso neurocirujano Stephen Strange, se encuentra en un declive inesperado y su ilustre carrera en ruinas. Desesperado por la curación, por querer volver a utilizar sus manos de vuelta, este se dirige a Nepal, donde una orden secreta de magos conducidos por el enigmático Ser Antiguo, lo inducen a las artes místicas. Ahí el conoce todo tipo de secretos y en sí, a que amenazas se enfrentan estos magos, las cuales los Vengadores no pueden luchar contra ellas.
En sí, la película está muy bien hecha, una historia de origen para introducir al personaje al universo cinematográfico de Marvel, donde el grupo de Vengadores se está formando a lo grande para la Guerra del Infinito, donde nuestros héroes, le darán batalla a Thanos.
Cortado del mismo molde que los playboys como Tony Stark o Bruce Wayne, Strange fácilmente podría haberse convertido en el superhéroe más insufrible del mundo. Pero en su lugar, es precisamente el hecho de que esta determinación profundamente segura y excesivamente compensadora de su carácter de demostrarse a sí mismo que él es más y que junto con el revés del accidente que le lisia las manos y casi lo descarrila de esa ambición, es lo que hace que la película del Doctor Strange de las más emocionante desde Spider-Man 2.
Como Hechicero Supremo, Cumberbatch demuestra un encanto fácil, superando la presunción del personaje playboy y teniendo ese carisma al hablar del villano principal, usando el ojo de Agamotto y los demás objetos místicos, con un sentido torcido del humor. Los otros personajes están tan bien, que toman su propio rumbo en la película, como Rachel McAdams y Chiwetel Ejiofor, en particular, quienes a su tiempo muestran su propósito en la pantalla, mientras que el antagonista sentimos que pudo haber dado más. Pero en sí, las actuaciones están muy bien hechas y acompañan al Doctor Strange en su desarrollo en la película.
El sonido acompaña muy bien en todo momento y tiene muchas canciones y referencias a la cultura pop. Sentimos que se abusó mucho del CGI al querernos mostrar los diferentes mundos y dimensiones que nuestros protagonistas visitan, pero la verdad su uso fue acertado en muchos momentos. El problema con el CGI en las películas de Marvel es que tiende a ser utilizado tan promiscuamente que los milagros se vuelven baratos. Pero cuando hay una idea que controla el CGI puede parecer milagroso otra vez. El Doctor Strange se aleja de la famosa noción de Platón de que el mundo físico es un reflejo en un espejo, y aquí ese espejo puede ser destrozado y rearmado y vuelto a romperse, o comprimido como un acordeón, o convertido en una casa de espejos ondulada para que los edificios se conviertan en gigantes piezas de papel que se doblan sobre a sí mismos.
Introducir hechizos y mística al universo cinematográfico de Marvel, por no hablar de hacerlo a través de un mago parecido a un baterista de rock, es el movimiento más arriesgado de Marvel hasta la fecha, pero la apuesta vale la pena. Lo que podría haber sido el primer error grave del estudio es un paso confiado en un nuevo territorio que revitaliza una fórmula cansada mientras se expande el universo compartido de los héroes conocidos. A esta nueva película mística del universo cinematográfico de Marvel, la calificamos con 8.5 de 10. Un extraño y hermoso desvío en el viaje de Marvel Studios, que culminó en un acto final de inclinación de la mente, expectativa inversora.
Nota: 8.5 de 10